La inversión mundial en eficiencia energética aumentó un 9% en todo el mundo, alcanzando los 231.000 millones de dólares, según el informe World Energy Investment 2017, publicado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA). De ellos, casi el 60% ha ido a mejorar la eficiencia energética en edificios, que representa un tercio de la demanda energética global, y el 14% proviene de programas de ayudas públicas. Junto a este aumento de la eficiencia energética. creció también la inversión en redes de electricidad (+6%), mientras que cayeron la inversión en petróleo y gas (-25%) y en generación eléctrica (-5%).
El estudio señala que en 2016 la inversión mundial en energía alcanzó los 830.000 millones de euros, un 12% menos que el año anterior. Al mismo tiempo, el sector eléctrico aventajó a la demanda de combustibles fósiles para convertirse en el mayor receptor de la inversión en el sector de la energía en 2016 por primera vez en la historia. En la actualidad, el petróleo y el gas siguen representando dos quintos de la inversión mundial a pesar de una caída del 38% en estos sectores entre 2014 y 2016. Como resultado, los componentes bajos en carbono, incluidas las redes de electricidad, crecieron en 6 puntos porcentuales, hasta el 43% en el mismo periodo.
De acuerdo con el informe, China sigue siendo el país que más invierte en energía, con el 21% del total mundial. Tras el cierre del 25% de sus plantas de carbón, la inversión en energía en el gigante asiático se concentra en la electricidad baja en carbono y las redes, así como en la eficiencia energética.
El WEI 2017 explica que la inversión en eficiencia energética se expandió una vez más a pesar de los persistentes precios bajos de la energía y llegó a los 194.000 millones de euros en 2016. Europa fue la región que más destinó a este tipo de inversión, aunque el crecimiento más rápido tuvo lugar en China. Del conjunto global de inversiones en energía a nivel mundial, más del 90% fueron financiadas por inversores. Además, el papel de los actores estatales en la inversión en energía “sigue siendo elevado”, bien a través de inversión pública o bien con empresas estatales que en total llegaron a un 42% del total, un nivel superior al 39% de 2011. En esta circunstancia también influye “notablemente” China.
Por otro lado, el informe subraya que las políticas gubernamentales y los nuevos modelos de negocio están teniendo un profundo impacto en la forma de invertir en el suministro eléctrico. Por ejemplo, en 2016, el 94% de la inversión en generación eléctrica a nivel mundial fue acometida por compañías que operan bajo marcos regulatorios para gestionar el riesgo asociado a los variables precios del mercado.
En cuanto a la innovación en energía, la digitalización y el empleo, a nivel mundial se han destinado 54.500 millones en investigación y desarrollo en 2015. El estudio precisa que Europa y Estados Unidos son los que más gastan en tecnología de la energía, con más de un 25% del total cada uno, mientras que China es el primer inversor en investigación y desarrollo de la energía según PIB después de adelantar a Japón en 2014.
Finalmente, el informe revela que por tercer año consecutivo las emisiones de dióxido de carbono (CO2) se estancaron en 2016 debido a una inversión extendida en eficiencia energética, el cambio del carbón al gas y el impacto acumulativo de la nueva generación baja en carbono. Este crecimiento renovable es, en su mayor parte, compensado por el declive de las inversiones en energía nuclear e hidroeléctrica, que cayeron a la mitad en el último lustro. Por último, el informe concluye que la inversión en renovables necesita aumentar para ir en paralelo con el crecimiento de la demanda eléctrica, y hay un considerable recorrido para más innovación en energías limpias por parte de los gobiernos y, en particular, por el sector privado.
Pincha en este enlace para descargar, en inglés, el resumen o el Informe completo del World Energy Investment 2017.
Fuentes: Europa Press, Energía Diario y WEI 2017.